diferencia la universidad de los centros de formación técnica. Excluir “a propósito” a una gran parte de la población nos lleva a populismos, a decisiones incorrectas, al estancamiento. Si bien no es posible implementar la gratuidad en estos momentos, debiéramos movernos hacia allá. Mario Waissbluth: Coincido 100% con lo que dice Alejandra. De hecho, hay países donde la gratuidad va desde la sala cuna hasta el doctorado, no solo hasta la educación de pregrado. Pero son países donde la carga tributaria es de 40% sobre el producto bruto, y no un 19% como es Chile. Mientras esto persista, estamos frente a un escenario de recursos restringidos donde obviamente debiera primar la gratuidad en el preescolar y luego a nivel escolar. En un país como el nuestro resulta totalmente absurdo que el hijo de alguien que gana 10 millones de pesos pueda estudiar gratis, sabiendo que luego estará también en el tramo de mayores ingresos. El Estado chileno creó universidades hasta el año 1968, luego se saltó hasta 1993 y, a partir de entonces, no formó ninguna más. Ningún país que esté en vías de desarrollo hace eso. Las universidades se crean estratégicamente porque se busca potenciar áreas de desarrollo que son importantes para el país; no se crean porque un dueño lo decide o porque hay un buen nicho de negocio. Coincido con que el Estado abandonó a su suerte a algunas universidades. RS: estudiantil empezó a demandar la renacionalización del cobre y otras medidas que escapaban a su ámbito. Si el movimiento estudiantil quiere ser exitoso creo que tiene que focalizarse en sus demandas, tal como ocurre con los ecologistas u otros movimientos ciudadanos. No obstante, creo muy positivo que los jóvenes y los ciudadanos, en general, se movilicen. Hoy la gente tiene conciencia ambiental y conciencia de que tenemos un enorme desafío respecto de la igualdad. En este sentido hay que ver los hechos en perspectiva y evaluarlos positivamente, esta es una gran oportunidad para pasar a otra etapa como país. AM: Cuando miramos el sistema de educación superior o las universidades en particular estamos observando la punta del iceberg, en la base está la educación preescolar y escolar. Si no mejoramos la calidad de la educación en estos niveles, los niños y jóvenes no tendrán la oportunidad de acceder a la educación superior y obtener las herramientas necesarias para hacer frente a un mundo competitivo, donde el capital humano es central. No obstante, es también crucial enfrentar la falta de regulación con que ha funcionado el sistema de educación superior en el país y los problemas de financiamiento que enfrentan las familias y las universidades públicas. RS: ¿Qué ha dejado de hacer el Estado en cuanto a proveer una educación universitaria pública de calidad ? y ¿cuáles son las medidas más urgentes que el país debiera rápidamente consensuar para remediar esta situación? Lo primero es la falta de regulación que ha fomentado un capitalismo salvaje. Este es el mercado más desde hace 20 años, aquí cualquiera ha hecho lo que ha querido. Por otro lado, el Estado dejó simplemente de invertir en la educación pública y abandonó el sector de la educación técnica. Finalmente, está el tema del gobierno corporativo, hay universidades públicas que han sido “capturadas” en beneficio de sus propios integrantes. Hay otras que están al borde de la quiebra, por lo que en este momento son los bancos sus dueños. Creo que el Estado tiene que tener la posibilidad de intervenir de manera de evitar fracturas institucionales, de hacer que se cumplan los verdaderos objetivos y que las platas se manejen adecuadamente. Considerando el giro político que ha tomado el movimiento estudiantil. ¿Cómo observan el 2012, será un año de negociaciones políticas o se desarrollará un debate técnico? Estoy contento porque los universitarios patearon el tablero nacional, tienen un gran mérito y los felicito, aunque estoy en desacuerdo con cómo llevaron las cosas al final manteniendo tomas y paros. Que la educación sea un tema de discusión nacional hoy, no habría podido ser sin ellos. Sin embargo, es muy difícil predecir los rumbos que va a tomar el conflicto social en Chile este año donde además hay elecciones municipales y luego, en 2013, elecciones presidenciales, las que probablemente se enfrentarán con los ánimos caldeados. Lo único que puedo decir es que las cosas no van a volver a ser cómo eran antes, y que no se puede ver lo ocurrido como una especie de “explosión” del 2011, un enojo que ya pasó y que ahora volveremos a la normalidad. A mí personalmente no me gustó cuando el movimiento Discrepo con Alejandra. La gente se dio cuenta de que la democracia de hoy no es representativa y, en este sentido, pedir el cambio del sistema binominal o cualquier otro cambio al sistema sí es parte del movimiento estudiantil. Mi temor es que este año hay elecciones municipales, lo que puede generar decepción y frustración porque los alcaldes tendrán muy poco margen de maniobra para hacer grandes cosas. ¿Qué puede hacer un alcalde? ¿Pagar los sueldos? Yo digo que estas lecciones pueden generar frustración, de que la gente pida cambios que nadie tenga la capacidad de resolver ahora. MW: MW: Dadas las medidas que ha tomado el Gobierno, como por ejemplo regular en torno al crédito con aval del Estado y la reprogramación de deudas, ¿qué opina sobre la esta agenda corta y las medidas que ha tomado el Gobierno para enfrentar el problema? MW: AM: Hay algunas cosas que se han hecho que era bueno que se hicieran como revisar la tasa del crédito, las becas o el cumplimiento a la ley que impide el lucro en las universidades. Pero creo que la polémica vendrá por el lado de los aranceles, hay casos que el arancel real de las universidades es el doble del arancel referencial, y las becas y créditos se otorgan sobre el primero. Otro tema será si los institutos profesionales tienen fines de lucro o no, y en tercer lugar, está rehacer el sistema de acreditación de la educación superior. Es una estafa lo que hay. Finalmente, no pararé de insistir en que es necesario encontrar una fórmula ad hoc para los cabros que no entienden 43