“Una empresa ganaría mucho porque en vez de estar botando sus desechos, se hace cargo de ellos y, a la vez, genera y ahorra gastos por energía”, explica Humberto Palza. aunque este proceso está diseñado solo para el reciclaje de plásticos de poliolefinas, tales como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), hay que señalar que ambos ocupan un 60% de producción volumétrica del total de polímeros, por lo que su impacto comercial y medioambiental es relevante. Bolsas, botellas, paneles, partes de automóviles y ropa son algunos productos de poliolefinas cuyas propiedades, densidad y bajos costos de producción hacen que este material sea el de mayor demanda y, en consecuencia, el de mayor acumulación como desecho. ¿ Qué se hace con los desechos plásticos? actualmente hay cuatro caminos: 1 2 3 4 La alternativa más recurrente es arrojarlos al vertedero, provocando una acumulación progresiva. En Chile casi el 95% de estos desechos son botados en estos lugares. La quema de material plástico para generar energía, siendo esta la más dañina de todos debido a la producción de sustancias contaminantes y tóxicas. El reciclaje mecánico es el procedimiento más aceptado socialmente en el cual el polímero se disuelve para crear uno nuevo. sin embargo, este método es limitado y más caro que la producción original. El reciclaje químico busca la descomposición del polímero con el fin de obtener un producto con valor agregado como el combustible. Este método es el más ecológico de los cuatro, no obstante, es el más caro de realizar debido a su alto costo energético. El valor agregado Pero la ventaja de usar este sistema de degradación catalítica del plástico no solo está en el beneficio ambiental, sino también en la obtención de productos de valor agregado como monómeros para la producción de nuevos polímeros, compuestos orgánicos de bajo peso molecular, combustibles líquidos o simplemente energía. “La intención de este proyecto es producir principalmente energía, ya sea directa o a través de combustible. aún no sabemos si es rentable o no. Una empresa ganaría mucho porque en vez de estar botando sus desechos, se hace cargo de ellos y, a la vez, genera y ahorra gastos por energía. Eso sin contar que a ojos de la sociedad es bien aceptado”, explica Humberto Palza. además, surge otra ventaja de este procedimiento y es que gracias al tipo de zeolitas y al modo en que se maneje el reactor, el resultado se puede direccionar dependiendo de la demanda. según Francisco Contreras “se puede producir, por ejemplo, tipos de combustibles del orden del diesel y la bencina. si a este se le agrega después algunos procesos de purificación, uno podría obtener bencina tal cual como la que se usa en el auto sin hacer ningún tipo de cambio en el motor”. Pero este proyecto de un potencial valor social, ambiental y económico también se puede considerar como un cambio de consciencia para la propia Facultad. “Aquí, por mucho tiempo, se ha investigado sobre la producción y optimización de los polímeros. Esta investigación busca hacerse cargo de las consecuencias de aquellos trabajos. Demuestra una preocupación ambiental, pero no en cualquier sentido. Estamos tratando de mejorar un sistema que se conoce hace varios años, agregando un valor económico, que sea rentable y atractivo para las empresas”, agrega Contreras. Y aunque los resultados ya son positivos, aún queda mucho trabajo por hacer para que este proyecto se transforme en un importante avance en la descontaminación y la producción de energía limpia y sustentable. 31