Muchas rocas competentes ensayadas en condiciones de compresión triaxial
( >
=
> 0) hasta la ruptura,
presentan una relación empírica lineal entre los stresses principales
En este tipo de ensayos el especimen se rompe usualmente según un plano
único (en cizalle). Sin embargo, ocasionalmente, especímenes muestran
dos planos de cizalle conjugados con sentido de cizalle opuesto. El
ángulo agudo entre ellos (2) es bisectado por el stress máximo
.
Cuando la roca exhibe una relación lineal entre los stresses principales
en la ruptura, el ángulo 2 es constante para todos los valores
de presión confinante.
Otras rocas presentan una relación no lineal entre los stresses
principales en la ruptura. En ellas, el ángulo 2 no es constante,
sino que aumenta a medida que la presión confinante aumenta
(
).
Con el fin de explicar la diferencia entre las relaciones experimentales de los stresses principales en la ruptura, se ha propuesto dos criterios: criterio de ruptura frágil de Navier-Coulomb y criterio de ruptura frágil de Griffith.
Este criterio de ruptura de cizalle frágil está basado en la ley de deslizamiento friccional (Ley de Amonton) que dice
Se ha reconocido además que, con anterioridad al desarrollo del plano de fractura, la cohesión (co) de la roca tiene que ser sobrepasada. Entonces, el criterio puede ser expresado como
La relación entre el ángulo de fricción interna y el coeficiente
de fricción () está dada por
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(7.2) |
En el caso simple, en 2-D, se asume que el stress
, que actúa
en el plano de cizalle a 900 de la dirección de cizalle, no tiene,
teóricamente influencia en la ruptura.
Se ha indicado que los stresses pueden ser representados mediante círculos
de Mohr y que además para algunas rocas existe una relación lineal
entre los stresses principales en la ruptura. Si se dibuja todos los
círculos de Mohr que representan los pares de stresses principales,
y
, que originan la ruptura, la recta tangente a
todos estos círculos representa la condició de fractura para el
material ensayado. Por lo tanto, a una envolvente lineal le corresponde la
ecuación del criterio de ruptura de Navier-Coulomb.
De la figura:
Simplificando
Por lo tanto, el criterio de Navier-Coulomb satisface la relación lineal que tienen algunas rocas entre los stresses principales en la ruptura.
Comparando con la ecuación (7.1)
Una característica importante del criterio es que se puede predecir el
ángulo que forma el plano de cizalle con el eje de stress
principal máximo. Para hacerlo es necesario expresar el criterio de
fractura en t'ermino de los stresses principales.
Esta relación es derivada con respecto a y se obtienen las
condiciones, más y menos favorables, para la ruptura en cizalle. Se puede
mostrar que para estas condiciones
Una limitación importante de este criterio es que no toma en cuenta los signos de stress. Consecuentemente, la resistencia a la tracción (T) predecida por este criterio es
Para ángulos menores que 450 (la mayoría de las rocas
sedimentarias) resulta que la resistencia a la tracción predecida por el
criterio es mayor que la cohesión. Experimentalmente, se sabe que la
cohesión es siempre mayor, aproximadamente el doble, que la resistencia
a la tracción (el valor de
es capaz de generar una fractura
de tensión, con
= 0).
Anteriormente se dijo que muchas rocas presentan una relación lineal entre los stresses principales en la ruptura y que éstas cumplen con el criterio de Navier-Coulomb. Muchas otras, sin embargo, presentan una relación no lineal que estaría representada por el criterio de Griffith.
La tesis usada por Griffith se basa en los enlaces interatómicos. A partir
de la teoría de los enlaces interatómicos la resistencia a la
tracción teórica de sólidos frágiles ideales es
T tex2html_image_mark>#tex2html_wrap_inline14612#, donde E es el Módulo de Young. Para muchas rocas
resistentes,
E
106bar , lo que indicaría una
T
05bar
104MPa.
(1bar = 0, 1MPa = 105
).
En la práctica, valores máximos para T son alrededor de 35 - 40MPa.
Griffith sugirió que esta gran discrepancia entre el valor observado y
el valor teórico para la resistencia a la tracción de los materiales
era el resultado de intensas concentraciones locales de stress que se
desarrollan en el borde de imperfecciones o microgrietas. El asumió, por
conveniencia matemática, que las grietas eran elípticas, de gran
excentricidad, y calculó las concentraciones locales de stress alrededor
de estas fracturas en una fina placa sujeta a stress de tracción
(
).
Él demostró que el stress extensivo máximo en los bordes de la
grieta se hacía lo suficientemente grande como para igualarse a la
resistencia de los enlaces interatómicos y permitir que la fractura se
propagase cuando
Usando valores razonables para estas constantes, Griffith obtuvo valores del
stress crítico () comparable con los valores T de la
resistencia a la tracción de un gran número de especímenes de
vidrio. Al preparar especímenes de vidrio carentes de imperfecciones,
él obtuvo valores de T muy grandes.
Griffith consideró luego el problema de la propagación de las grietas en 2 - D (dos dimensiones) en una hoja sujeta a compresión biaxial. Él asumió que las microgrietas estaban orientadas aleatoriamente en la lámina y que estaban lo suficientemente alejadas como para que el campo de stress desarrollado en una no interfiriera a alguna vecina. Él mostró que aún cuando los stresses aplicados fuesen compresivos, los stresses desarrollados en los bordes de las microgrietas serían extensivos y que estos stresses serían máximos cuando
Murrell (1958) expresó esta relación no lineal entre los stresses principales en la ruptura como una envolvente de Mohr con la ecuación
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(7.3) |
Se puede notar que la cohesión (valor de cuando
= 0)
del criterio de Navier-Coulomb es dos veces la resistencia a la tracción,
lo que concuerda con los datos experimentales.
El debate acerca de cuál de los dos criterios representa mejor los datos
experimentales fue resuelto mediante el análisis de McClintock y Walsh
(1962). Ellos demostraron que los dos criterios eran los miembros finales de
una condición de ruptura continua. Notaron que las microgrietas
elípticas, que pueden dar origen a la ruptura, tendrán gran
excentricidad. Según esto, en un campo de stress compresivo, ellas
tenderán a cerrarse total o parcialmente. McClintock y Walsh usaron este
concepto para modificar la teoría de Griffith; asumieron que las grietas
se cerraban cuando el stress normal a la grieta alcanzaba un cierto valor
() que daba origen a un stress normal efectivo dado por
Cuando las superficies de la grieta están en contacto, a lo largo de la porción cerrada de la grieta se pueden desarrollar stresses de cizalle, de modo que
Estos stresses friccionales se superpondrán al campo de stress alrededor de la grieta y darán origen a una relación entre los stresses principales en la ruptura de la forma
Si las grietas son largas, los espacios desgados se cerrarán a muy bajos
stresses compresivos, tales que
= 0; entonces, la relación
entre los stresses principales en la ruptura dada anteriormente se reduce a
Esta ecuación representa una relación lineal entre los stresses principales en la ruptura, la cual tiene una envolvente de Mohr para los stresses compresivos de la forma
Esta ecuación difiere del criterio de Navier-Coulomb para ruptura frágil sólo en el reemplazo de c0 (cohesión) por 2T.
En un campo de stress extensivo no ocurrirá el cierre de las grietas y por lo tanto, la forma de la envolvente en tensión será determinada por la ecuación
En condiciones de la corteza la presión de fluidos (p) puede a veces ser
alta y mayor en magnitud que el stress principal mínimo total (S3),
de manera que el stress efectivo menor
() es de tensión
(negativo). Dependiendo de la magnitud de S3 y también del valor de
(S1 - S3), relativo o expresado en términos de la resistencia a
la tracción de la roca (T), la fractura puede ocurrir en uno de los
siguientes modos
El criterio de stress para ruptura de tensión citado en (1.) es directo.
El primer requisito
(S3 - p) > T significa que el stress efectivo principal menor
() debe tener
una magnitud suficientemente grande como para sobrepasar la resistencia para
fallar en tracción inherente de la roca. El segundo requisito
(S1 - S3) < 4T
está basado en la geometría de la envolvente parabólica del criterio
de Griffith. Se puede ver que el círculo de Mohr que toca al eje
en las coordenadas (0, - T) no puede tener un diámetro mayor que 4T.
Círculos de stress con diámetro mayor tocarán la envolvente en un
lugar diferente, dando origen a otros modos de fractura distintos a la
fractura hidráulica.
Del criterio de Griffith es posible inferir que la resistencia a la tracción
de una roca, que obedece al criterio, es
de la resistencia a la
compresión uniaxial (valor de
cuando
= 0).
Si la roca en cuestión obedece al criterio combinado Griffith/Navier-Coulomb, puede ser inferido que la razón entre la resistencia a la compresión uniaxial y la resistencia a la tracción es un poco mayor que 8 : 1. Sin embargo, muchas rocas no son isótropas ni homogéneas (requisito fundamental para los criterios de fractura frágil) y muestran razones de hasta 30 : 1.
Por muchos años el desarrollo de venillas y fracturas de extensión presentó una paradoja. Los geólogos reconocían que eran formas de fractura de tensión, pero que los stresses en la corteza eran compresivos. Esta paradoja no fue resuelta sino hasta que se reconoció que los stresses que eran compresivos correspondían a stresses totales y que siempre que la presión de fluidos (p) se hiciera lo suficientemente grande, el stress principal mínimo podía llegar a ser extensivo. Si la magnitud del stress efectivo extensivo es mayor que la resistencia a la tracción (T) de la roca, ocurrirá fractura de tensión por el mecanismo de fracturamiento hidráulico. Esto es, el fracturamiento hidráulico ocurre cuando (S3 - p) > T. Secor (1965) demostró que no hay límite de profundidad en la corteza para la ocurrencia de este mecanismo.
El mecanismo tiene una aplicación amplia, la cual incluye, por ejemplo, el emplazamiento de estructuras de gran escala tales como diques, filones manto y probablemente la iniciación de algunos diapiros. A escala macro y mesoscópica, el mecanismo es responsable de la generación de venillas, algunas diaclasas y clivaje de fractura. A escala microscópica, da origen a microfracturamientoo y disgregación, llevando posiblemente al flujo cataclástico.
En algunas situaciones, por evidencias geológicas, es claro que el fluido es derivado desde fuera del sistema (por ejemplo en el emplazamiento de diques y filones manto), mientras que en otros, la presión de fluidos existe dentro del sistema dando origen a clivaje de fractura y muchas otras fracturas de extensión menores. Cuando el fluido es inicialmente externo y es introducido al sistema a altas presiones, se puede utilizar la ecuación (S3 - p) > T para describir las condiciones de fracturamiento hidráulico. Cuando el fluido es interno, la situación no es tan clara.
Esta situación fue estudiada por Secor (1968) a través de un modelo conceptual, en el cual un cuerpo isotrópico y homogéneo contenía grietas elípticas, espaciadas, orientadas aleatoriamente que estaban innterconectadas por una red de canales capilares. Inicialmente todos los espacios estaban rellenos con fluidos a una presión p. Secor hace notar que una grieta elíptica, en la cual existe una presión de fluidos tal que la grieta está sujeta a un stress extensivo, es análoga al criterio de Griffith.
Secor argumenta que la grieta elíptica con orientación más favorable (es decir, alineada perpendicularmente a S3) y con la mayor elipticidad empezará a propagarse cuando la presión de fluidos supere el stress principal mínimo (S3) más la resistencia a la tracción (T). Cuando la grieta se propaga aumenta su volumen y por lo tanto, si el volumen de fluidos se mantiene constante en la grieta, la presión de fluidos disminuirá a un valor pf. Como la presión externa es mayor que pf (p > pf), Secor argumenta que el fluido fluirá hacia la grieta preferencial hasta equilibrar las presiones y permitir el fracturamiento.
Consideremos ahora fracturas cuando (S1 - S3) > 4T por una pequeña cantidad y el stress efectivo menor es extensivo y relativamente grande, pero menor en magnitud que la resistencia a la tracción de la roca. La figura muestra estas condiciones de stress.
En este ejemplo el círculo de stress toca la envolvente de ruptura en el
sector negativo, de extensión. Mohr sugirió que la condición de
Navier-Coulomb para predecir el ángulo entre la superficie de
ruptura y el eje de stress principal máximo podría, por analogía,
extenderse a envolventes no lineales. Él sugirió que si se traza una
tangente al círculo en el punto donde éste toca la envolvente, el
ángulo que forma una línea perpendicular a la tangente coon el eje
de stress normal define el ángulo 2
entre superficies de cizalle
conjugadas. Esta sugerencia empírica fue posteriormente demostrada
analíticamente por Griffith.
Para las condiciones de stress y fractura mostradas en la figura, se puede inferir que el stress normal actuando en el plano de fractura será de tensión y que actuará además un stress de cizalle en el plano de fractura, es decir, habrá un desplazamiento. Consecuentemente, el plano de fractura será una fractura de extensión híbrida/cizalle.
De la geometría de la envolvente, si se desarrollan planos de fractura
híbrida conjugados, el ángulo agudo entre los planos será menor que
450. Price (1975) realizó una serie de construcciones gráficas y
obtuvo relaciones entre el ángulo agudo 2 entre los planos
conjugados y:
El efecto de la temperatura ha sido demostrado experimentalmente por diferentes autores. Los resultados por ellos obtenidos son los esperados al ver el comportamiento natural de los materiales. Si todos los parámetros se mantienen constantes y la temperatura va aumentando, la resistencia de la roca disminuye. La figura muestra un comportamiento dúctil para todos los ensayos representados. La ductilidad en estos experimentos se debe al hecho que la roca fue ensayada a presiones confinantes relativamente altas (150kPa). Un aumento de la temperatura también puede influir en el comportamiento, de modo tal que a bajas temperaturas se comporta de manera frágil, se hace dúctil a medida de acercarse al punto de fusión. En el punto de fusión la roca comienza a comportarse como un líquido. Sin embargo, cuando entra a jugar un segundo parámetro, el tiempo, (muy importante en todos los procesos geológicos), es obvio que las rocas pueden tener características de líquidos a temperaturas considerablemente menores que su punto de fusión.
Experimentos realizados para demostrar este comportamiento han sido
desarrollados a temperaturas y presiones confinantes altas, con una velocidad
o tasa de strain () constante
Los experimentos muestran que a baja temperatura y/o alta tasa de strain, los especímenes a menudo no muestran un punto donde la deformación continúa aunque no aumente el stress (yield point), sino que muestran strain hardening.
Todos los ensayos realizados en laboratorio para determinar el comportamiento de las rocas requieren especímenes de poco tamaño y son elegidos de manera que no tengan discontinuidades. En general, los resultados de los ensayos muestran resistencias bastante mayores que las que pueden presentar las rocas en su condición natural en la corteza. Es probable que en condiciones de la corteza, la resistencia de una roca específica sea inferior al 50% de su resistencia obtenida de ensayos de laboratorio.
Una de las preguntas importantes es una vez que existe una fractura, cuál es es requisito para producir deslizamiento en vez de generar una nueva. Para responderla, se considerará la fricción estática actuando en una fractura preexistente y determinará el estado de stress requeridoo para superar la fricción y permitir el deslizamiento.
El stress de cizalle crítico requerido para superar la fricción en un plano es igual al producto del stress efectivo normal y el coeficiente de fricción
Por otra parte, la misma roca tiene una resistencia que puede ser descrita por en criterio de Navier-Coulomb
En el caso de la arenisca de Weber,
c0 = 70 MPa y
= 0, 6. Esta
ecuación es graficada en el mismo diagrama. Es importante notar que la
ecuación de fricción se aplica solamente a fracturas preexistentes,
mientras que la ecuación de Navier-Coulomb se aplica a planos de fractura
potencial en cualquier dirección.
Supongamos que la arenisca de Weber es sometida a un estado de
stress como el de la figura. El círculo es tangente a la
envolvente en el punto f de modo que la muestra tenderá a
fracturarse en un plano que forme un ángulo con el eje de stress
principal. Por otra parte, cualquier fractura preexistente de
orientación entre ?? y ?? habrá ya deslizado , dado que el
estado de stress a lo largo de ella superó la ley de fricción. Si
cualquier fractura cae fuera del rango y
,
ellas permanecerán estables y se formará una nueva fractura de
orientación
.