A ctualmente Chile es el principal productor de yodo en el mundo gracias a que posee las mayores reservas conocidas hasta el momento. En general, la procedencia de este un método de datación. Pero, también, debido a que este isótopo puede caracterizar la “huella” isotópica de los diferentes reservorios de yodo en la tierra, tales como sedimentos, agua marina, agua superficial, agua de lluvia, entre otros. “Los datos adquiridos indican que las concentraciones anómalas de yodo en Chuquicamata serían el resultado de la mezcla entre fluidos salinos profundos -relacionados a formaciones marinas del Mesozoico en el área- y fluidos de origen meteórico o superficial. Mientras que en los yacimientos de nitratos, los datos descartan un origen atmosférico o de spray marino, hipótesis tradicionalmente aceptada por décadas. Las razones isotópicas indican un origen profundo del yodo en los nitratos, el cual probablemente fue transportado desde la precordillera en estado químico reducido en las aguas subterráneas como el yoduro para ser fuertemente oxidado al aflorar estas en la vertiente oriental de la cordillera de la Costa. Esta hipótesis está siendo testeada, y los resultados hasta el momento indican que, contrario a lo que se especulaba, el yodo en Atacama no está relacionado con la atmósfera”, explica el Profesor Martin Reich, Ph.D. de la Universidad de Michigan, EE.UU., quien encabeza esta investigación que a fines de este año debiera tener resultados más concluyentes sobre estos análisis. De esta manera, gracias al estudio, que también cuenta con la participación de los académicos Gabriel Vargas y Carlos Palacios, de Geología, además de colaboradores internacionales de EE.UU. y Japón, no solo se generará gran interés científico por refutar esta teoría, también aumentará el interés aplicado que impactará directamente tanto la exploración como la explotación de estos recursos en el país. mineral es fundamentalmente de naturaleza marina, pero al contrario de lo que se espera, su extracción nacional se realiza en pleno desierto de Atacama, lo que constituye la mayor anomalía de este elemento no metálico en la corteza terrestre, sin embargo, poco se sabe sobre el origen de estos depósitos. Fue este hecho el que gatilló el interés del académico del Departamento de Geología e investigador del Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes de la FCFM, Martin Reich, quien, junto a la alumna de magíster, Alida Pérez, y a la estudiante de doctorado, Fernanda Álvarez, comenzaron el estudio con el fin de determinar el origen y los mecanismos de formación de este fenómeno que se produce entre las localidades de Iquique y Tal-Tal. El estudio se centra en dos fuentes de yodo que se encuentran en el desierto: por un lado está en los yacimientos de nitratos o caliche, y en los yacimientos supérgenos de cobre, es decir, zonas de cobre que se han mineralizado y enriquecido a través de agua y oxígeno atmosférico. En ambas partes, la presencia de yodo no calza con el origen de los demás elementos que los acompañan. “Existen muchas teorías al respecto, pero ninguna de ellas explica bien la signatura o razón de por qué está ahí. Una de las más populares es que este elemento proviene de la atmósfera al igual que el nitrato, los cuales se filtraron en la tierra a través de precipitaciones. Sin embargo, el yodo no suele estar en la atmosfera”, explica Alida Pérez. El trazador isotópico que se utilizó para la investigación fue el yodo-129 debido a su radiactividad, es decir, por su largo proceso de desintegración que permite obtener edades y, así, usarlo como La investigadora Alida Pérez, el Profesor Gabriel Vargas, Iris (de la comunidad indígena), el Profesor Martin Reich y Fernanda Álvarez en los Geysers del Tatio, en la región de Antofagasta.