El PTUS Y Las Prioridades Al Transporte Público

Rodrigo Fernández A., División Ingeniería de Transporte, Universidad de Chile

Definiciones y criterios

Los buses constituyen el sistema de transporte público por defecto: toda ciudad posee algún sistema de buses, pero sólo unas pocas sistemas de metro o ferrocarriles urbanos. Además, todo viaje en transporte público se inicia y termina en la puerta de una propiedad, no en la estación de metro ni arriba del vehículo. Por lo tanto, para que las prioridades al transporte público sean efectivas es necesario abarcar las etapas de accesibilidad y acceso a los buses, así como la de circulación de los buses.

Existe poca claridad respecto de qué medidas de prioridad al transporte público de superficie se deben aplicar para mejorar la movilidad en el servicio de buses. La movilidad en transporte público ha sido definida como la facilidad para moverse en ese medio, siendo sus principales componentes la accesibilidad o facilidad para alcanzar el sistema, el acceso o facilidad para entrar o salir de los vehículos en los puntos de acceso al sistema (paraderos o estaciones), y el movimiento o facilidades para el desplazamiento de los vehículos por las vías (Fernández, 2001).

El nivel de servicio del transporte público se compone de 6 variables, 3 cuantitativas (se pueden medir con instrumentos), asociadas al tiempo total del viaje, y 3 cualitativas (se pueden estimar o apreciar), asociadas a la percepción de la calidad del viaje. Estas son:

    1. Variables cuantitativas
      1. Tiempo de acceso (accesibilidad) al sistema (v.g. caminando)

      2. Tiempo de espera en paraderos o estaciones

      3. Tiempo de viaje en el vehículo

    2. Variables cualitativas
      1. Comodidad (v.g. hacinamiento o posibilidad de viajar sentado, protección y confort en paraderos o estaciones)

      2. Seguridad (v.g. posibilidad de no sufrir accidentes o asaltos)

      3. Confiabilidad (v.g. que el servicio pase, se detenga donde debe, se demore más o menos lo mismo en pasar, que el viaje demore más o menos lo mismo)

De estas 6 variables las vías exclusivas sólo atacan una: el tiempo de viaje en el vehículo. O sea, la fase del movimiento. Sin embargo, aún desde la sola perspectiva del movimiento, el problema es complejo y debe ser previamente definido antes de optar a priori entre pistas sólo bus, vías segregadas, paraderos ‘diferidos’, semáforos actuados u otras tecnologías. El abanico de opciones es amplio y combinaciones de medidas son, las más de las veces, requeridas.

De varias experiencias (EBTU, 1982; Gibson et al, 1989; Fernández, 1996) se ha llegado a establecer que la velocidad comercial de los buses se relaciona negativamente con la frecuencia de detenciones por cualquier causa.

La velocidad comercial de un bus en un tramo corresponde a la velocidad media de viaje entre un paradero origen y otro destino, incluyendo todas las detenciones y demoras intermedias.

Así, se pueden alcanzar velocidades comerciales comparables a la de un sistema de metro (30 a 32 km/h) con esquemas de prioridad a buses (Gibson et al, 1989). En efecto, Fernández (1996) muestra que si los buses operaran en una vía segregada como Avenida Grecia, con paraderos distanciados 500 m, pero deteniéndose 2 veces en promedio en cada uno, se obtendría una velocidad comercial de 20 km/h. Pero con una única y eficiente detención en paraderos, la velocidad comercial sube a 25 km/h. Bajo las mismas condiciones y con prioridad a los buses en los semáforos, se lograría una velocidad comercial superior a los 28 km/h. Y, si la frecuencia de detenciones fuese igual a la del metro (1.0 a 1.3 det/km), la velocidad comercial podría subir a 31 km/h.

No se trata que los buses tengan tan mala accesibilidad como el metro, con estaciones cada 1 km, pero lo anterior es un indicio del potencial de los buses cuando se los compara con otros sistemas de transporte público, como tranvías o metros en superficie, siempre que se apliquen las medidas de prioridad correctas.

La velocidad comercial tiene que ver con el tiempo total de viaje en un tramo de ruta. Este tiempo se puede descomponer en:

Para un tramo dado, tanto su longitud como el número de intersecciones se pueden considerar fijos. Por lo tanto, las prioridades a los buses se deberán aplicar sobre todas y cada una de a las componentes del tiempo de viaje que presenten problemas. A saber:

  1. Si la demanda de pasajeros en baja, la demora en paraderos será reducida. Luego, el tiempo en paraderos tendrá poco efecto en el tiempo de viaje. En tal caso, para reducirlo se puede aumentar la velocidad de recorrido y/o disminuir la demora en intersecciones. Esto significan opciones como:

  1. Si la demanda de pasajeros aumenta, la demora en paraderos se hace significativa. En tal caso, el tiempo consumido en paraderos comienza a pesar y se puede reducir mediante:

  1. Si la demanda de pasajeros sigue aumentando, aparece congestión en los paraderos. En tal situación, se debe actuar tanto sobre la demora en los paraderos, como sobre el número de éstos. Para esto sirven medidas como:

Estos tres conjuntos de medidas definen el espectro de las prioridades al transporte público y sus objetivos específicos:

Para saber sobre qué variables actuar, la Tabla 1 resume los criterios encontrados en EBTU (1982), Gibson et al (1989), Gibson y Fernández (1995 y 1996).

 

Tabla 1: Criterios para decidir prioridades al transporte público

Tipo de Prioridad

Variables

Arcos o tramos de vía

Intersecciones

Paraderos

Velocidad Comercial

menor que 20 km/h

Velocidad Recorrido

menor que 30-35 km/h

-

-

Demoras

-

mayor a ¼ del ciclo semáforo

mayor a 1 min/veh

Detenciones

-

mayor a 1det/veh

mayor a 1 det/veh

Colas

-

llega hasta el paradero

mayor a 1 veh el 50% tiempo

Fuente: Fernández (1999)

 

Mejoramientos propuestos a las medidas inmediatas del PTUS

En función de las definiciones y criterios anteriores, se proponen las siguientes acciones para mejorar las medidas inmediatas del PTUS.

En vías exclusivas

 

En vías segregadas y pistas exclusivas

 

En vías reversibles

Conclusión

En este artículo se ha demostrado que aún en la etapa de movimiento de los buses se debe poner atención a más de un tipo de prioridades para lograr un transporte público eficiente: en arcos, en intersecciones y en paraderos. Esto sugiere recurrir tanto a las medidas tradicionales (pistas sólo bus, vías segregadas), como a las facilidades otorgadas por diseños físicos y operacionales apropiados en paraderos e intersecciones.

 

Bibliografía

EBTU (1982) Tratamento preferencial ao transporte coletivo por ônibus. Empresa Brasileira dos Transportes Urbanos, Ministerio dos Transportes, Brasilia.

Fernández, R. (1996) Análisis Ex-post de la Operación de la Vía Exclusiva para Buses de Avenida Grecia. Informe Final Comisión de Planificación de Inversiones en Infraestructura de Transporte, Secretaría Ejecutiva, Santiago.

Fernández, R. (1999) Medidas de prioridad al transporte público. Actas del IX Congreso Chileno de Ingeniería de Transporte, Santiago.

Fernández, R. (2001) Modelling bus stop interactions. PhD Thesis, University of London (Unpublished).

Fernández, R. y M. Salamanca (1999) Aspectos de diseño de paraderos de alto estándar. Actas del IX Congreso Chile de Ingeniería de Transporte, Santiago.

Gibson, J., I. Baeza and L.G. Willumsen (1989) Bus stops, congestion and congested bus stops. Traffic Engineering and Control 30(6), 291-196.

Gibson, J. y R. Fernández (1995) Recomendaciones para el diseño de paraderos de buses de alta capacidad. Apuntes de Ingeniería 18(1), 35-50.

Gibson, J. y R. Fernández (1996) Efecto de una intersección semaforizada aguas abajo sobre la capacidad de un paradero de buses con sitios múltiples. Apuntes de Ingeniería 19(4), 31-40.

Gibson, J., R. Fernández y A. Albert (1997) Operación de paraderos formales en Santiago. Actas del VIII Congreso Chileno de Ingeniería de Transporte, Santiago.

 

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