¿Cómo se planifica Chile?

Antonio Gschwender, Magíster en Ciencias de la Ingeniería Mención Transporte, Universidad de Chile.

En el diario electrónico El Mostrador apareció el 17 de abril del presente año una noticia titulada "Franceses y alemanes se disputan modernización del transporte en Santiago". En ella, se indica que la empresa alemana "Siemens" (uno de los principales fabricantes de trenes del mundo) presentaría al Presidente Ricardo Lagos "una línea de metro ligero por Américo Vespucio y dos tramos de tranvías en Recoleta e Independencia … como primera etapa de un proyecto integral de transporte para la capital". Y continúa diciendo "es precisamente en los proyectos de tecnología intermedia en donde han puesto sus ojos los alemanes de Siemens, acercándose al parecer con gran éxito a la nueva administración del Metro. De hecho, en mayo, el presidente del Metro, Fernando Bustamante, presentaría al Presidente de la República un estudio sobre el desarrollo de una Red de Transporte Masivo para Santiago, proyecto realizado por la consultora alemana LRTC con el apoyo de Siemens, según revela Miguel Jahnel, gerente de proyectos para Latinoamérica del área de Transportes de Siemens." La consultora a la que se hace mención es la "LRTC Light Rail Transit Consultants", evidentemente orientada a los estudios de trenes ligeros, como su nombre lo indica. En la figura siguiente se muestra la "Red Integrada de Transporte Masivo" que propone el estudio, de acuerdo a lo aparecido en "El Mostrador".

Red Integrada de Transporte Masivo

Llama de inmediato la atención (además del hecho de que el dibujo está sobre el plano de la guía telefónica) la enorme cantidad de kilómetros de tren ligero que se está proponiendo (líneas amarillas y rojas).

Más allá de discutir acerca de las bondades y deficiencias de esta propuesta, resulta preocupante la óptica con que parece estar enfrentándose la planificación del sistema de transporte público de Santiago. En efecto, si se le pide un plan de inversiones a un fabricante de trenes, ¿qué otra cosa podría esperarse más que una propuesta en que abundan las líneas de tren ligero? Este tipo de "planificación" evidentemente sesga la posibles soluciones hacia los intereses de ciertos grupos (en este caso los fabricantes de trenes). Ahora bien, en pedir no hay engaño… y en ofrecer tampoco; habrá que confiar, por lo tanto, en que las decisiones se tomen con más antecedentes y considerando todas las opciones, y que no se olvide el verdadero objetivo: lograr el mejor sistema de transporte público posible.

La "noticia-aclaración" aparecida tan sólo dos días después en el mismo medio debería ser tranquilizadora en este sentido. En efecto, bajo el título de "Cinco consorcios compiten por proyectos del Metro", El Mostrador (19 de abril) escribe: "Compañía estatal (Metro S. A.) remarca que iniciará los procesos de calificación y licitación pertinentes luego de que el Presidente Ricardo Lagos decida sobre los planes que debe incluir el nuevo modelo de transporte público para Santiago." Y luego cita una declaración pública de Metro S. A. en la que se aclara que esta empresa "desde el 24 de mayo del año pasado, en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y Sectra, ha estado trabajando en el Plan de Transporte Urbano para Santiago."

No puedo evitar que se me venga a la memoria uno de los argumentos con que se ha defendido la construcción de autopistas urbanas. En el panel de discusión acerca de las Concesiones realizado durante el último Congreso Chileno de Ingeniería de Transporte se insistió en mencionar un elevado "déficit de infraestructura", como parte de la justificación de la construcción de estas autopistas. ¿Qué relación tiene esto con la propuesta de Siemens? Pues que ese "déficit de infraestructura" había sido calculado (y profusamente publicitado) por la Cámara Chilena de la Construcción, es decir, por los fabricantes de autopistas.

En todo caso, seguramente estas situaciones se deben a ciertos malentendidos, pues quiero creer que la idea de pedirle a los fabricantes que realicen los planes de inversión es una estrategia lejana en Chile aún. En efecto, nunca he escuchado que la localización y cantidad de Colegios u Hospitales sean determinados por asociaciones de constructores, ni que la Chevrolet o la Toyota propongan planes de construcción de carreteras. Lejos están también los tiempos de que las Isapres determinen las políticas de salud, los empresarios las políticas de trabajo, etc.

Podemos dormir tranquilos... ¿O no?

________________________