Carta de J Piquer

Estimados todos,

Encuentro muy positivo y sano que estemos discutiendo estos temas entre diversos estamentos de diversas facultades no siendo autoridades ejecutivas que tienen que velar por otros intereses que atentan contra una discusion abierta y honesta. Me da la impresion que esto le da plena justificacion y razon de ser al senado y a nosotros!

Sobre el tema en discusion, tampoco es facil dar una opinion muy breve, asi que disculpen también lo largo.

Yo creo que hay que separar dos aspectos:

1) La carrera academica como queremos que sea en la Universidad de Chile que buscamos tener, que es lo que mas hemos estado discutiendo en nuestra comision.

2) La transicion entre la situacion actual y la situacion buscada, que es un poco lo que motiva la discusion presente.

Creo que en 1) tenemos bastante consenso y la gran discusion esta' en 2). Y es obvio que 2) es mas dificil porque afecta a los profesores que hoy estan en el sistema, que muchos son personas que han hecho honestamente su pega y grandes esfuerzos por apoyar a la Universidad.

Sobre 2) mi posicion es que debemos asegurarnos de modificar drasticamente la situacion actual que definitivamente no nos permitira' llegar a 1) si no la cambiamos. Por ello, creo que lo mas importante, desgraciadamente, es regularizar la situacion de los profesores asistentes excedidos en su plazo. Esto ha estado siempre en el reglamento, y todos ellos saben de hace tiempo que no debian seguir en la Universidad. Si aun siguen, es solo debido a que hemos venido haciendo mal nuestro trabajo en la Universidad desde hace años. Nunca debimos tener que enfrentar una situacion como la actual, o casos como los que plantea Patricia, que resultan terriblemente injustos con los involucrados.

El reglamento vigente de carrera academica dice que no se puede ser profesor asistente mas de 12 años. Y tiene sentido, porque es una jerarquía de prueba donde se evalúa a los profesores para ver si se pueden quedar en la Universidad. Por otro lado, es aceptable decirle a una persona de 40 años que cambie de empleo, pero no lo es después de los 50. Hemos sido tan desordenados en esto que hay profesores asistentes de 70 años en la Universidad y hoy contamos en unos 700 los profesores que debieran salir de la carrera académica por este concepto.

Enfrentados a nuestra realidad, no hay salida facil, y creo que la única alternativa viable que tenemos de llegar a implementar un PDI que nos haga la mejor universidad del país es sacando de la universidad a un buen porcentaje de esos 700. Esto será duro y a veces injusto, pero creo que tendremos que pagar ese precio, y la peor parte se la llevarán algunos de estos profesores.

Por otro lado, mi experiencia personal se parece un poco a la situación que plantea Patricia: mi departamento es "joven" dentro del estandar de la Facultad y yo entré cuando no teníamos ningún profesor titular y teníamos invitados externos en nuestra comisión de evaluación. Efectivamente el hecho de estar armando un departamento hace difícil competir en carrera académica y tuvimos que perder a varios asistentes que no lograron subir a asociados a tiempo. Aunque fue super duro en su momento y todos ellos se resistieron (y yo los defendí cuanto pude), en realidad salir de la Universidad terminó siendo muy bueno para ellos. Creo que muchas veces fue malo para nosotros y que el sistema evaluó mal sus aptitudes, pero para ellos siempre resultó mejor: sentirse aceptado y bien evaluado en tu trabajo es un aspecto muy importante en la vida de cada uno.

Tomando el caso de Ciencias Sociales como ejemplo, creo que toda solución pasa por reemplazar profesores asistentes "viejos" por profesores asistentes "jovenes" (o instructores que son enviados a formarse afuera). Esto es lento y de largo plazo, pero no existe otra solución, salvo tratar de atraer profesores formados, pero es muy difícil para departamentos no consolidados. La plata para contratar se genera sola: cada profesor que sale deja espacio para atraer nuevos. Los profesores nuevos llegan con animo, con ideas y con ansias de hacer las cosas bien, en contraste con aquellos que hoy están deprimidos y angustiados con la historia. También hay que asegurarse que jubilen los profesores mayores, independientemente de su jerarquía. Por supuesto que hay que estar atentos a los casos de excepción: profesores de una docencia de excelencia a quienes debieramos ofrecerle un buen cargo (hasta de media jornada) para que siga aportando su calidad, o profesores que tienen buen potencial de investigación pero que no han podido ejercerlo por estar siendo directores de departamento o cosas asi, a los que deberiamos ofrecerles un plazo para ponerse al dia en su investigacion y subir a asociado (en esos casos lo ideal es que se vayan de profesor visitante a otra institucion a hacer solo investigacion). Tambien puede haber casos de profesores que en realidad hacen actividades profesionales para la Universidad: gente a cargo de Museos o Teatros o profesionales del hospital, cuya actividad es muy relevante pero no corresponde a la carrera academica. Ellos deberian poder optar a ser contratados como profesionales para ese rol, con el mismo sueldo actual pero en la carrera funcionaria.

Aunque es muy difícil hacer estos procesos de selección en forma correcta y justa, creo que es terriblemente necesario hacerlo. Por ello, creo que oponerse al articulo 45 es un error grave, que nos va a dejar paralizados y sin poder modificar nada por mucho tiempo. Prefiero que apoyemos este reglamento pero exijamos un procedimiento justo e informado, con apelaciones y criterios que permitan aplicar excepciones debidamente justificadas.

Tenemos dos riesgos opuestos en esto: que por proteger a la gente y a nuestros profesores generemos una institucion mediocre y sin futuro contra que por ser demasiado exigentes o miopes en los criterios saquemos gente muy buena y fundamental para la Universidad dañando algunas áreas y siendo injustos con alguna gente.

La situación actual es tan grave y tiene tan mal pronóstico futuro que tiendo a preferir la segunda alternativa: vamos a causar daño, pero la Universidad como un todo saldrá fortalecida y al menos tiene una chance de sobrevivir a largo plazo.

La experiencia personal en mi Facultad, donde esto mismo ocurrió hace unos 10 años de la mano del mismo Victor Perez, me hace creer que el desenlace es positivo, a pesar de los evidentes costos.

Lo único en lo que yo no creo, a diferencia de muchos miembros de mi comisión, es que estos sistemas de calificación individual deban mantenerse para siempre en el tiempo. Fuera de los aspectos de plazos de permanencia, que podrían ser manejados por secretaría, no se justifica generar procesos de este estilo, que siempre son traumáticos y se prestan para abusos de poder, en forma permanente y reiterativa a lo largo de toda la carrera académica. Esa no es la forma de fomentar el trabajo creativo y la innovación en ninguna parte del mundo.

Pero por algunos años de transición, hasta que logremos un estándar de profesores aceptable para nuestros propios reglamentos, me temo que será necesario soportar estos desagradables sistemas.

- Jo

Patricio Cordero 2007-06-05