Diversas noticias aparecidas en El Mercurio, 11 de julio, 2007

Habrá un debate nacional sobre ciencia, tecnología e innovación

"Estamos en una posición muy crítica, pero me siento optimista de que las bases van a cambiar y que las gestiones de los rectores tendrán éxito", dijo ayer Jorge Allende. "Si no cambian, tendremos que concordar con las distintas universidades en no presentar ninguna postulación al concurso".

"Con cambiar las bases no se resuelve todo. Esto ha servido para que las universidades y la comunidad científica se unan en una posición clara para cambiar las políticas científicas muy erróneas para el país. Es muy interesante que la FECH y el Senado universitario también consideren esto como un grave signo del mal camino de esa política".

"Las universidades, la Academia de Ciencias y las Sociedades científicas convocaremos a un debate nacional abierto para generar nuevas propuestas alternativas para esa política

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Conicyt cambió de posición en el tinglado

En carta que dirige a los decanos de sus facultades, Pedro Pablo Rosso llama a los investigadores a no presentarse a concurso cuyas bases "son lesivas" para las universidades. Rosso sugiere a todas las universidades negarse a acoger el Concurso de Financiamiento Basal, para proteger su patrimonio tangible e intangible y la gestión académica.

"La presidenta de Conicyt ha declarado que el Programa de financiamiento basal fue gestado a nivel del Consejo de Innovación, correspondiendo a la institución que ella dirige servir únicamente como ejecutora de la iniciativa. Este hecho es una decisión gubernativa de considerables proyecciones puesto que implica el abandono de políticas públicas relativas al papel de Conicyt vigentes durante las últimas décadas. Por lo mismo, se trata de una materia que por razones de prudencia y deferencia mereció una consulta a las academias científicas y, por supuesto, a las universidades, que son la base del sistema científico nacional". (Rosso).

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Manifiesto a las bases

Hay "tres actores principales: el Estado, el sector privado y las universidades, correspondiendo a estas últimas el papel insustituible de formar capital humano avanzado, generar conocimientos y actuar de puente para la transferencia tecnológica. Sin duda, el Programa de financiamento basal es un ejemplo del tipo de errores que se pueden cometer si las universidades continúan marginadas del proceso. Y no son consultadas cuando se definen programas destinados a fortalecer las actividades científicas que ellas realizan.

"Si las autoridades se negaran a acoger la solucitud del Consejo de Rectores y cambiar las bases del programa que son lesivas para las universidades, éstas deberían abstenerse de participar en el mismo. Es una decisión que resulta dolorosa y frustrante, dada la gran necesidad de contar con recursos frescos para las actividades de investigación y, por otra parte, es consecuente con la necesidad de proteger nuestro patrimonio tangible e intangible y los sistemas de gestión académica".

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Generaron laberintos jurídicos difíciles de desentrabar

Investigador afirma que a la autoridad le hubiera bastado consultar a las universidades.

"Es un lío legal muy complicado que se habría ahorrado con un simple llamado telefónico", dijo ayer el director general de investigación de la UC, Carlos Vio.

Conicyt, explica, pretende que los fondos lleguen a entidades con personería jurídica aparte. ¿Y a quién pertenecerán los funcionarios? ¿Y a quiénes los aportes científicos? ¿Y a quiénes las patentes?

Precisamente el departamento jurídico de Conicyt estuvo ayer reunido durante cuatro horas con Rafael Vicuña y otros decanos de la UC sobre esta materia.

Otras casas de estudio ya habían solicitado y obtenido iguales reuniones con la autoridad de la Comisión.

Pero no hay cambios en las bases aún.